20 de noviembre de 2017
Los 7 que fueron cinco, y viceversa
Posted by Ángeles Flores V. on lunes, noviembre 20, 2017 with No comments
El libro que trae a la actualidad a los poetas del Club 7.
Después de 64 años de ausencia,
el Club 7, la “joven entidad de
poetas” de los años 50, vuelve a reunirse gracias a la pluma de 5 autores
actuales, quienes en Los 7 que fueron
cinco, y viceversa, libro coeditado por Efecto Alquimia y Revista Matapalo,
perfilan las vidas y obra de Carlos Benavides Vega (Álvaro San Félix), Ileana
Espinel Cedeño, Gastón Hidalgo Ortega, David Ledesma Vázquez y Sergio Román
Armendáriz.
Acompañados por Freddy Ayala
Plazarte que abre el libro con Ausentes Metafísicas; Ximena Flores Venegas,
Bernarda Gui (Teolinda Calle), Neal Moriarty, Juan Carlos Cucalón del Campo y Gabriela Ruiz
Agila, nos invitan a viajar en el tiempo al Guayaquil de mitad de siglo XX para
conocer mejor a quienes con su poesía marcaron una etapa de transición en la
literatura del Ecuador. Por otro lado, el libro cuenta con el acompañamiento y
tutela de Sergio Román Armendáriz, quien, desde Costa Rica, ofreció su visión
viva sobre sus colegas ‘clubsiéticos’. Al finalizar la obra, en Evocaciones, contaremos
con testimonios de familiares, amigos y quienes conocieron a los poetas.
Los 7 que fueron cinco, y viceversa, será presentado al público en
Quito el miércoles 22 de noviembre en la Biblioteca Ecuatoriana “Aurelio
Espinosa Pólit”, a las 18h00 y, a semana seguida en Guayaquil, en la Casa de la
Cultura Ecuatoriana Núcleo del Guayas, el día 29 de noviembre de 2017, a las
19h00, en la Sala “Araceli Gilbert”. Los autores esperan contar con la
presencia de escritores, historiadores, estudiantes y de todos quienes se
interesen por conocer más sobre el Club 7 de poesía.
Ximena Flores Venegas
20-11-2017
8 de noviembre de 2017
Acta de nacimiento del Club 7 / 64 años después
Posted by Ángeles Flores V. on miércoles, noviembre 08, 2017 with 1 comment
La historia cuenta lo que sucedió;
la poesía lo que debía suceder.
Aristóteles (384 AC-322 AC)
Filósofo griego.
Siete nombres y siete voces poéticas que como parte de su "extenso programa" se habían propuesto, "ofrecernos su primera entrega de poesía, en conjunto, y más tarde, una revista exclusivamente artística en donde tendrán amplia acogida los escritores nacionales y extranjeros que desean colaborar, de todas las edades y tendencias...". En marzo de 1954 se lanzaba el libro Club 7 poesía, bajo el auspicio de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Guayas, no con los 7 integrantes originales, sino con 5 que se mantuvieron juntos conservando la magia del nombre y la simbología del número. Ahora, en 2017, cinco voces contemporáneas se han propuesto rendir homenaje y traer al presente a esta "joven entidad de poetas" de hace más de 60 años, con una publicación que será lanzada el día 22 de noviembre.
En Los 7 que fueron cinco, y viceversa, libro coeditado por Efecto Alquimia y Revista Matapalo, encontraremos nuevamente a ese Guayaquil de los años 50, el puerto bananero que vivió el crecimiento poético, y las vidas de Carlos Benavides Vega, Ileana Espinel Cedeño, Gastón Hidalgo Ortega, David Ledesma Vázquez y Sergio Román Armendáriz; enfocadas por las plumas de Ximena Flores Venegas, Bernarda Gui (Teolinda Calle), Neal Moriarty, Juan Carlos Cucalón del Campo y Gabriela Ruiz Agila. En 112 páginas viajaremos en el tiempo, disfrutaremos de poesía, conoceremos más a los clubsiéticos; en Ausentes Metafísicas, el texto introductorio, escrito por Freddy Ayala Plazarte descubriremos las Visiones poéticas del “Club 7” y en Evocaciones, casi al finalizar el libro, leeremos los recuerdos de quienes conocieron a estos cinco poetas que, no deben ser olvidados...
Como en 1954 con CLUB 7 poesía, los autores se presentaban así: “Somos solo cinco jóvenes unidos por la amistad y por esta unánime devoción por el arte”. Quienes 64 años después escribimos Los 7 que fueron cinco y viceversa, decimos: "Somos cinco voces contemporáneas, unidas por el deseo de que nuevas generaciones conozcan los valores de nuestra literatura".
Ximena Flores Venegas
Directora de Efecto Alquimia
la poesía lo que debía suceder.
Aristóteles (384 AC-322 AC)
Filósofo griego.
Club 7 de poesía David, Sergio, Ileana, Carlos y Gastón |
Existe un momento en la historia de la literatura ecuatoriana, justo a mediados del siglo XX, en el que la breve aparición de siete jóvenes poetas, demostraba que aún se podía hacer POESÍA, pero esta vez una que fuera más humana, más social, más política, más real.
Fue en el Guayaquil de cambios sociales y desarrollo urbano en la que estos jóvenes se unieron, cada uno con su estilo, con su vida, sus pasiones, y todos amantes de escribir versos. El sitio de encuentros era, a lo novelesco, una habitación en el subsuelo de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Guayas, en la que funcionaba la imprenta, donde el mayor de todos ellos GASTÓN trabajaba como corrector de estilo. Ese era el sitio al que se accedía sólo siguiendo al caracol. Allí y en la residencia de la única integrante femenina del grupo ILEANA, conversaron, compartieron sus escritos, debatieron sobre otros autores, soñaron con publicar y decidieron cuáles serían los propósitos de su agrupación. Claro está que no solo se dedicaban a escribir, también trabajaban como CARLOS en radio-teatro o estudiaban como SERGIO, en la Universidad. Es así y después de un tiempo juntos que, luego de un recital pre-fundacional en el que son presentados por DAVID como La nueva generación poética de Guayaquil, que se dan a conocer al público en prensa, ya con el nombre de Club 7.
Han pasado 64 años desde que, un 8 de noviembre, en el Suplemento Dominical del diario El Universo aparecía en las páginas 6 y 11 el reportaje que hablaba sobre estos 7 jóvenes y sus poesías. Así eran presentados:
Suplemento Dominical de El Universo
6 - El Universo Domingo 8 de Nvbre. 1953
Poesía del ‘Club 7’
Como una exclusiva para los lectores amantes de esa
expresión quintaesencia del espíritu, que es la poesía, ofrecemos algunos
trabajos de los componentes del ‘Club 7’, joven entidad de poetas agrupados
bajo este rubro con finalidad de lograr mutuo cambio de ideas y superación de
su producción, orientada con sentido más humano y más realista que el de la
casi totalidad de nuestros jóvenes escritores de poesía.
Siete en total, jóvenes y entusiastas, con el vigor y la
pureza de voz que sólo dan la juventud y el alma limpia de egoísmos, se
presentan al grueso público decididos a descubrir nuevos valores, a hacer
amplia difusión de los ya conocidos; y dentro de poco a ofrecernos su primera
entrega de poesía, en conjunto, y más tarde, una revista exclusivamente
artística en donde tendrán amplia acogida los escritores nacionales y
extranjeros que desean colaborar, de todas las edades y tendencias, para así
realizar una parte del extenso programa que se han propuesto, con el apoyo de
las entidades concernientes, y en provecho de la mayor cultura y recreación del
conglomerado social.
Algunos de ellos han dado pasos definitivamente
consagratorios, como Ileana Espinel Cedeño, de reciente éxito en su recital
auspiciado por la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Guayas, Carlos Abadíe
Silva, Gastón Hidalgo Ortega y David Ledesma Vázquez, quienes han obtenido valiosas
preseas en certámenes poéticos nacionales; otros, el anteriormente nombrado
Ledesma Vázquez, han culminado ya con la publicación de sus obras, o bien
dejando oír su acento poético más allá de nuestras fronteras, como lo han hecho
Gastón Hidalgo Ortega, Sergio Román Armendáriz y el propio Ledesma Vázquez;
otros, como Carlos Benavides Vega y Miguel Donoso Pareja, de reciente
aparición, se inician, y todos, por fin, alentados por elogiosos conceptos de
voces autorizadas en la crítica literaria.
Siete nombres y siete voces poéticas que como parte de su "extenso programa" se habían propuesto, "ofrecernos su primera entrega de poesía, en conjunto, y más tarde, una revista exclusivamente artística en donde tendrán amplia acogida los escritores nacionales y extranjeros que desean colaborar, de todas las edades y tendencias...". En marzo de 1954 se lanzaba el libro Club 7 poesía, bajo el auspicio de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Guayas, no con los 7 integrantes originales, sino con 5 que se mantuvieron juntos conservando la magia del nombre y la simbología del número. Ahora, en 2017, cinco voces contemporáneas se han propuesto rendir homenaje y traer al presente a esta "joven entidad de poetas" de hace más de 60 años, con una publicación que será lanzada el día 22 de noviembre.
En Los 7 que fueron cinco, y viceversa, libro coeditado por Efecto Alquimia y Revista Matapalo, encontraremos nuevamente a ese Guayaquil de los años 50, el puerto bananero que vivió el crecimiento poético, y las vidas de Carlos Benavides Vega, Ileana Espinel Cedeño, Gastón Hidalgo Ortega, David Ledesma Vázquez y Sergio Román Armendáriz; enfocadas por las plumas de Ximena Flores Venegas, Bernarda Gui (Teolinda Calle), Neal Moriarty, Juan Carlos Cucalón del Campo y Gabriela Ruiz Agila. En 112 páginas viajaremos en el tiempo, disfrutaremos de poesía, conoceremos más a los clubsiéticos; en Ausentes Metafísicas, el texto introductorio, escrito por Freddy Ayala Plazarte descubriremos las Visiones poéticas del “Club 7” y en Evocaciones, casi al finalizar el libro, leeremos los recuerdos de quienes conocieron a estos cinco poetas que, no deben ser olvidados...
Como en 1954 con CLUB 7 poesía, los autores se presentaban así: “Somos solo cinco jóvenes unidos por la amistad y por esta unánime devoción por el arte”. Quienes 64 años después escribimos Los 7 que fueron cinco y viceversa, decimos: "Somos cinco voces contemporáneas, unidas por el deseo de que nuevas generaciones conozcan los valores de nuestra literatura".
Ximena Flores Venegas
Directora de Efecto Alquimia
08-11-2017
Ilustración de cabecera : Pablo Parra
Ilustración de cabecera : Pablo Parra
1 de septiembre de 2017
Heptaedro
Posted by Ángeles Flores V. on viernes, septiembre 01, 2017 with No comments
“El
29 de junio de 1953, David Ledesma Vázquez presentó en el local del Ateneo
Ecuatoriano en Quito, bajo la modalidad de Poesía Ilustrada, a las voces
jóvenes de entonces, “La última
generación Poética de Guayaquil” que preanuncia al Club 7 de Poesía.”
El
29 de junio de 2017, 64 años después en el local de Literato Club del Té, siete
voces jóvenes rinden homenaje a esa fecha que constituye uno de los pasajes de
la historia literaria del Ecuador.
En
la segunda edición de Vado Vadis Vádere,
recital poético narrativo, se realizó el lanzamiento de Heptaedro. “Poesía y
narrativa componen Heptaedro. Los textos son frescos, breves, cargados de
imágenes y nos hablan de una nueva generación que no olvida a quienes los
precedieron.”
-
Silvia Albuja - Bernarda Gui (Teolinda Calle) - Ives Cadena - Madame Ho - Enver Álvarez - Edison
Navarro. Además textos de: Sergio Román
Armendáriz, Neal Moriarty y Ximena Flores Venegas, son parte de esta
publicación breve realizada gracias a la coedición de Sergio Román Armendáriz,
Matapalo y Efecto Alquimia.
30 de abril de 2017
La Revolución que pudo ser novela político-fílmica de Eloy Morán Murillo *
Posted by Ángeles Flores V. on domingo, abril 30, 2017 with No comments
° prólogo de Sergio Román Armendáriz (Ecuador, 1934) romantic@racsa.co.cr
(* Líder de izquierda, abogado y sociólogo ecuatoriano:
Babahoyo, 1943 –
Guayaquil, 1994)
a: Ciro, hijo. / a: Dalton, primo.
En medio de ensoñaciones socialistas y broncas
juveniles sazonadas con una que otra cervecita, en algún instante del año
cincuenta y nueve de la vigésima centuria conocí a Eloy Morán Murillo (EMM)
cuando integrábamos la ‘gallada’ de nuestro barrio ubicado en esa guayaquileña
esquina (roja por su ideología y noroeste por su brújula) en donde la calle
Boyacá se cruza con la avenida Diez de Agosto (apelativos que recuerdan una
batalla de Bolívar y el Primer Grito de Independencia), época en la que además
frecuentábamos, él, la Federación de Estudiantes Secundarios, y yo, la FEUE en
ese local situado allá en el fondo de la parte central de la planta baja de
nuestra entrañable Casona Universitaria de Santiago de Guayaquil durante,
quizá, el apasionado discurrir de una asamblea convocada para celebrar, un
Veintiséis de Julio, un aniversario más del asalto al Cuartel Moncada de
Santiago de Cuba (1956) que comandó el héroe epónimo de América Latina, Fidel
Castro Ruz. Pero, dejamos de vernos a raíz de los llamados ‘Sucesos del Toachi’
convocados por nuestra Unión Revolucionaria de la Juventud Ecuatoriana (URJE,
durante el lapso marzo-abril de 1962 transcurrido en la selva que cruza el río
Toachi, ubicable en el entonces cantón ‘Santo Domingo de los Colorados’, hoy,
provincia ‘Santo Domingo de los Tsáchilas’), participación
cuya secuela me obligó a abandonar nuestra
patria-matria aunque ideológicamente siempre marchamos juntos y así supe de EMM
y su lid permanente, sus ásperos carcelazos antes y después de su destierro a
Santiago de Chile, capital del heroico y mártir presidente Allende (1973),
periplo que a su retorno al país culminó (Eloy, ‘el elegido’, que esto
significa su nombre) rescatando la denominación de una indomable tribu del
Oriente amazónico, los ‘Aushirys’, nuevo aporte de su voluntad beligerante a
nuestra ‘Lucha heroica por una Patria Nueva’.
Décadas más tarde en el centro de un breve
retorno al Ecuador a propósito de mi inclusión en ‘La rosa de papel’ (colección
de poesía, #24, Casa de la Cultura del Guayas, 1990), de súbito nos reconocimos
en un café porteño cerca del Correo y, allí, visitamos metafóricamente por
horas y por última vez algún texto de Agnes Heller (filósofa húngara
neo-marxista) referente a la utopía en cuanto ‘lo que debe ser… hecho’ (epígrafe que inspira las páginas que
estoy comentando) versus ‘lo que debe ser
hecho… ¡ya!’ (asterisco que aún corresponde a mi enfoque). Sólo el adverbio
‘¡ya!’ nos separaba aunque el afecto siempre nos mantuvo respetuosos de la
diferencia incluso en la apreciación de la táctica-estrategia de URJE y en la
valoración autocrítica y en la crítica a distintas decisiones y acciones de
colegas de la jefatura nacional o provincial de nuestro Movimiento, sobre todo
en lo aplicable a los llamados ‘Sucesos del Toachi’. Además recordamos al Ché y
su lucha en pro de la tesis de la ‘Insurrección Permanente’ que Trotski
esgrimió con claridad genial quizá previendo el letargo stalinista de una
ulterior ‘coexistencia pacífica’ (1945-1991), la cual sólo sirvió para que el
imperialismo decapitara a la Unión Soviética.
Luego, su temprana muerte (1994) sembró el
Silencio entre nosotros. Hoy, agregando dos lustros y algo más, me sorprende La
Revolución que pudo ser, texto inédito de su firma combativa que manos
fraternales acaban de remitir a mi buzón electrónico para que yo ensaye este
prefacio.
En el modesto cumplimiento del mencionado
encargo, a continuación comparezco y expreso que:
1°.- Para cumplir las condiciones del simbólico
contrato que todo autor establece con su público, eludiré el convencionalismo
de reciclar ese conjunto de anécdotas y hechos que fluyeron entre 1959-1963,
contexto que poco a poco irá enriqueciendo la experiencia de aquella persona
que navegue en este libro cuya principal virtud reside, además de la
información directa que proporciona, en su atractiva redacción semejante a un
guion cinematográfico que, por su encanto, nunca abandonará la atención de quien lo lea (y, ojalá, que alguien se
atreva a alquimizarlo en una cinta documental y de aventura).
Asimismo, ajustándome a los naturales límites
de un prólogo y protegiéndome en la nomenclatura vigente, intentaré descubrir
algo de su ‘Poética’ entendiendo, por
tal, esa plena autonomía referente, en este caso, a un trío de mecanismos
analíticos, a saber: tema y subtexto ideológico, estructura binaria, y
correspondencia dialéctica entre tales consideraciones. Además, amparándome en
la sinécdoque (recurso retórico que permite mostrar la ‘parte por el todo’),
elegiré a Beatriz Strauss (‘batalla
que a la felicidad conducen’ su apellido y su nombre) para que represente la
constelación de los demás personajes que, desde lo ficcional, aportan espesor a
la memoria de nuestro pueblo revelando, de paso, a un escritor perspicaz pastor
de técnicas relatísticas convencionales y posmodernas.
2°.- Que lo ‘binario’ exhibe un oxímoron cuyos
dos elementos polares, sin embargo, son cómplices: noche-día, por ejemplo. Bajo
esta lupa, la voz ‘historia’ desenvuelve su dualidad semántica desglosable en:
I.- Cadena paradigmática (sucesos reales que conforman un lapso específico).
II.- Diégesis sintagmática (pinceladas imaginarias que conforman una línea
argumental). Ambas (la cadena paradigmática y la línea argumental), al
entretejerse, crean la indispensable ‘trama’ dispuesta a encender la curiosidad
y alimentar el interés de sus folios y exhibir esa audaz inserción recíproca de
espejos seminales de un relato dentro de otro.
[Con
estos antecedentes y entre paréntesis y con letra cursiva anclaré a Beatriz
espléndida desde el primer párrafo hasta su desvanecimiento dejando que las
hojas resbalen una a una entre sus dedos delicados, a cuya convocatoria,
obedientes irán surgiendo los acontecimientos y los silogismos que conforman
una época y una épica ecuatoriales que registra esta novela político-fílmica,
propia y vivencial de nuestro inolvidable cómplice en afanes y anhelos de
transformación plural].
Esta imagen [Beatriz inmovilizada por la correntada de reflexiones y sucesos que
escapan de su faena de revisión], a manera de pivote, permite desplazarnos
hacia una retrospectiva y, a la vez, hacia una prospectiva logrando emerger con
esa semi-invisible frontera que une y engarza las antípodas del binomio
‘lealtad-deslealtad’. Este es el sentido que en secreto esconden las citas, una
de Borges (‘Tema del traidor y del héroe’) y otra de Chesterton (‘El hombre que
fue jueves’).
O, actualizando la
ecuación: ¿Es ‘desleal o leal’, un liderazgo guerrillero de medio siglo que
luego de un proceso de tres años de conversaciones diplomáticas, en síntesis,
sustituye balas por votos e insurrección por
elección (sobre todo si se toma en cuenta que los líderes firmantes, ya
están en edad de acomodarse a ese descanso que
les depare las mieles del poder burgués… en lugar de combatir hasta
cumplir el testamento del Ché: ‘Libertad, o ¡Muerte!’ y ‘Hasta la victoria,
¡Siempre!’, camaradas).
Pero… las bases
jóvenes,… y el pueblo que creyó en la utopía de la nueva humanidad’… ¿qué deben hacer, ahora?
Les aguarda otra pregunta:
- ‘¿Y para ingresar a la Timarquía?’
(festín de plutócratas y pelucones), clave que la obra menciona casi al
clausurarse, advertencia tácita que encierra el vocablo postrero:
- ‘Esperemos …’ (mientras a la sombra del renglón séptimo
anterior al punto final, Beatriz termina
de subrayar… ese fragmento del manuscrito y su imagen empieza a disolverse en nuestra imaginación buscando matricularnos en la
utopía inalcanzable o, caso contrario, en aquella distopía al alcance de la
mano pero no de la estrella).
CR, enero 2017
Revisar:
° prólogo de Sergio Román Armendáriz (Ecuador, 1934) romantic@racsa.co.cr
(* Líder de izquierda, abogado y sociólogo ecuatoriano: Babahoyo, 1943 – Guayaquil, 1994)
a: Ciro, hijo. / a: Dalton, primo.
En medio de ensoñaciones socialistas y broncas juveniles sazonadas con una que otra cervecita, en algún instante del año cincuenta y nueve de la vigésima...
5.- Y, de Sergio Román, en su página www.sergioroman.com, las bitácoras sobre URJE que constan en las
siguientes señales:
http://sergioroman.com/bitacoras_detail.php?Bit_id=312
http://sergioroman.com/bitacoras_detail.php?Bit_id=311
http://sergioroman.com/bitacoras_detail.php?Bit_id=186
sr
4 de febrero de 2017
Vicente Piedrahita Carbo
Posted by Efecto Alquimia on sábado, febrero 04, 2017 with No comments
"... su afán de cultura y sus grandes arrestos de escritor, se puede afirmar que su poesía quedó en ciernes. Obedeció al impulso romántico tan acorde con su generosa naturaleza, hecha a vibrar en torno a todo lo que significa misterio, infinitud, vastos horizontes, lejanías llenas de perspectivas fantásticas; es decir, a todo lo que anuncia libertad, vuelo amplio, espacios nuevos, esperanzas ilimitadas".
Nació en Daule, el 22 de junio de 1833. Fue abogado, político, diplomático, orador y poeta. Luego de sus estudios en Guayaquil y Quito tras graduarse de doctor en jurisprudencia, incursiona en la política. Encargado de negocios del Ecuador, Gobernador del Guayas y Ministro. Precandidato a la presidencia del Ecuador por dos ocasiones. Fue asesinado la noche del 04 de septiembre de 1878, en su hacienda La Palestina. Recuperamos algunos de sus versos.
Amor y desesperación
¡Amar sin esperanza y con delirio,
comprimir en silencio una pasión...!
No puede el mismo Dios otro martirio
más terrible imponer a un corazón.
¿Por qué te vi, para tormento mío,
por qué un instante nos juntó la suerte,
¡ay!, si es verdad que mi destino impío
de ti me ha de apartar hasta la muerte?
El alma, apenas la visión primera
logró de tus hechizos adorables,
te idolatró febril, voló a otra esfera
y se inebrió en delicias inefables.
Lo porvenir y cuanto fue; el presente,
la gloria, la fortuna, el mundo, el cielo,
todo en tu ser lo abisma, y piensa y siente
que siempre fuiste su infinito anhelo.
Su luz, su numen, su virtud, su ciencia,
su encanto, su ilusión, su poesía,
que no es sin ti posible la existencia
y al universo el alma faltaría...
Fue que halló figurado en tu hermosura
el tipo eterno, su ideal divino,
y al corazón mostraba tu luz pura
el vaticinio interno del destino.
Te vi y por eso te adoré; ignoraba
tu nombre mismo, condición y estado,
pero una voz mentida me gritaba:
«¿Ves lo que el cielo para ti ha creado?».
¡Sarcasmo horrible de la suerte impía,
burla infernal que tarde he conocido...!
¡Ay! ¡para siempre adiós, oh tú que un día,
un solo instante, mi ventura has sido!
Dolor y amor sin fin, tormento eterno,
suplicio atroz de mi ideal divino...
¡Ángel... ¡tal vez! ¿fue el genio del infierno
y no Dios quien te puso en mi camino?
Ximena Flores Venegas
04-02-17
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