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(Guayaquil, 19 de marzo de 1929 - Ibídem, 05 de enero de 1973) |
José Gastón Hidalgo Ortega, guayaquileño, nació el 19 de marzo de 1929
y falleció el 05 de enero de 1973. El historiador Rodolfo Pérez Pimentel, en su
monumental Diccionario Archivo Biográfico Ecuador (cabe decir, en
constante actualización), lo identifica como algo tímido y silencioso; rasgos
que pueden incorporarse al testimonio de Sergio Román Armendáriz, amigo y
colega dentro del “Club 7 de poesía ecuatorial”, quien alguna vez me manifestó
que lo recordaba muy metódico, escueto al dialogar, de corazón solitario,
además de elegante. Sus primeras publicaciones se remontan a Nosotros,
órgano estudiantil del Colegio Vicente Rocafuerte de Guayaquil. Ejerció la
crítica literaria, fue poeta y prosista; corrector de pruebas en la Casa de la
Cultura Ecuatoriana-Núcleo del Guayas, desde allí, junto con David Ledesma
Vázquez y en reuniones casi de cofradía, abrieron brecha para la definitiva
eclosión del “Club 7”. Los demás miembros del grupo fueron: Carlos Benavides
Vega, Ileana Espinel Cedeño y Sergio Román Armendáriz. El maestro Hernán
Rodríguez Castelo, en el primer tomo de Lírica ecuatoriana contemporánea (Quito,
1979), lo sabe aficionado a Federico García Lorca, también conocedor del
simbolismo y modernismo; sobre todo de Paul Verlaine (a esto cabe añadir más
autores). Román Armendáriz señala influencias provenientes del Conde de
Lautréamont (me parece encabeza la lista), Édgar A. Poe, Charles Baudelaire y
la demás corte de bardos "malditos".
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Poesía de tres generaciones (1967) |
Su modesta obra, rastreada hasta
el cansancio, se halla dispersa en varias revistas: Cuadernos del Guayas
4 (1952), 6 (1953), 8 (1954), 9 (1954), 10 (1955),
16 (1958); Ateneo Ecuatoriano 3, 4 (1953); Letras del
Ecuador 101 (enero-marzo, 1955). Diario La Nación de la Paz. Y en
libros de carácter plural: Club 7 (Imp. Casa de la Cultura-Núcleo del
Guayas, 1954), 33 poemas universitarios (Guayaquil, Imp. de la
Universidad, 1955), títulos en colaboración con otros autores de su época.
Además, en 33 poemas... fue co-editor. Como sello final, la antología
póstuma de su lírica en Colección de poesía ecuatoriana: la Rosa de Papel 25
(Casa de la Cultura Ecuatoriana-Núcleo del Guayas, 1990. Compiladora: Ileana
Espinel). Hernán Rodríguez Castelo señala que, quizás animándose para armar un
libro autónomo y propio, luego de acudir con algunos poemas a los recitales de Poesía
de tres generaciones (hecho libro, 1967) al final prefirió silenciar su
pluma, aunque continuó su propia lid, lanza en ristre.
En Rosa de Papel 25,
Alejandro Carrión ('Juan Sin Cielo'), citado por Ileana Espinel, comenta:
"Los poemas de este joven lírico señalan un camino trabajoso, apoyado en
una gran voluntad que está conduciéndole precisamente a donde quería llegar: a
una lírica de angustia honda que baje a lo esencial, a la tiniebla elemental
del alma profunda del ser humano, del que vive en todas las latitudes". En
Cuadernos... de 1953, sección Itinerario de los libros, Hidalgo Ortega
realiza una detallada reseña sobre El jardín de Lutecia de José Antonio
Falconí Villagómez, se puede notar con brevedad, un interesante manejo del
simbolismo y modernismo; felicita a Falconí Villagómez por su acertada
traducción de poesía francesa y lo coloca por sobre Julio Herrera y Reissig. En
la misma página, Ileana Espinel señala, a propósito de la aparición de poemas
de Gastón Hidalgo Ortega, Sergio Román Armendáriz y David Ledesma Vázquez (Ateneo
Ecuatoriano 3,4) que 'Canto del hombre y su materia', de Hidalgo
Ortega, es un: "recio poema en el que solo lamentamos la posición de
'exterminio total' en que coloca al habitante de la Tierra". En la misma
sección, pero en 1954, nuestro autor reseña y analiza 'Poema para el hijo del
hombre', de Jacinto Cordero Espinoza, y por allí, Falconí Villagómez encarnado
en su seudónimo ‘Nicol Fasejo’, devuelve la deferencia al decir de él:
"Hidalgo Ortega es otro poeta que se hace leer con singular delectación y,
a ratos, nos parece influido por Lautréamont o Rollinat" (¡aplausos!).
Sobre su amigo David Ledesma, en Itinerario de los libros (1955), es singular
lo que Hidalgo Ortega dice acerca de aquella poco explorada faceta de relatista
del emblemático fundador del "Club 7" (cuento: 'La semana perdida'):
"Ledesma Vázquez nos da idea de lo que es también capaz él en el género de
ficción: agilidad en la palabra, con una visión amargamente irónica de la vida,
en un argumento original". Y cómo no recordar y mencionar, aquella
fotografía en Cuadernos... 16 (1958) junto a su muy querida
Ileana Espinel, en compañía de Pablo Neruda, Matilde Urrutia y otros más. Finis.
Poema: ‘Cantoral de
Paz’,
Autor: Gastón
Hidalgo Ortega,
Sí, con la fe profunda de mi sangre,
con la más dulce raíz de mi voz,
digo -¡oh, hermanos!- este canto de paz,
esta nueva dimensión de mi alma
que sufre y cae y llora ante el dolor del
habitante muerto
sin una estrella en la mano...
¡Cuánta tortura hace trizas mi espíritu
que se debate, angustioso, en una noche
eterna!
¡Cuánto dolor sin nombre por un destino
adverso!
¡Y por eso te amo, paz, dulce remanso que
presienten mis sienes
Lloro por tí (sic), paz, la de mi honda
plegaria...
Clamo a tí (sic), paz, en mi dolor de
paria...
Busco en tí (sic) una celeste aurora.
Que no vea yo a mi novia con sus senos
mordidos por los buitres.
Que no sienta jamás el aletear de
murciélagos malditos.
Que no descubra, de pronto, que ya no
están mis libros
ni la pluma cordial,
en mi amoroso escritorio...
(Porque si viera -¡oh, Madre mía!-
interrumpiendo mi sueño
esa mueca siniestra de Satán,
me vuelvo loco y me suicido...).
por Neal Moriarty
19-02-2020
Gracias a Efecto Alquimia por mantener vigente nuestra literatura
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